Volvemos a Just Mad!
Tras el éxito de la pasada edición, en que obtuvimos uno de los premios de la Feria y donde nuestras ventas superaron con creces la obra presentada; animados también por el magnífico resultado cosechado en la reciente feria Estampa, donde repetimos sold out y varias obras de nuestros artistas pasaron a grandes colecciones; regresamos a este espacio de descubrimiento y localización de nuevos valores y proyectos creativos, cuya comprometida dirección se ha planteado el reto de servir de trampolín a galerías y artistas emergentes.
Presentamos la obra de tres grandes creadoras, tres artistas en clara progresión cada vez más apreciadas por coleccionistas y enamorados del arte: PALMA ALVARIÑO, BLANNIN y CARLOTA PEREIRO.
Cada una con una firma plástica claramente reconocible, su reafirmada seña de identidad, todas comparten el nexo común de la plausible revalorización, la calidad, la seducción y la magia.
JUST MAD tendrá lugar del 7 al 10 de enero en el Palacio de Neptuno. Estaremos en la planta baja, Stand V14, complementando esa presencia con un showroom en nuestro espacio de la calle Ruiz de Alarcón 27.
Palma Alvariño (Madrid 1995)
Palma Alvariño busca sumergirnos en un estado contemplativo en el que predominen las sensaciones. Sus obras son altamente estimulantes. Frescas, libres… El gesto de la mano, la plasmación vigorosa y esencial, la plasticidad del trazo, el ritmo de la composición y el conocimiento de las claves de la expresividad, de la transmisión, razones que sustentan el buen arte y lo hacen vitalmente imprescindible, en Palma Alvariño son de una evidencia incontestable.
Su personalidad es el detonante fundamental de lo que crea. Su obra tiene vida propia, desprende una energía y un poder que la hace valer por sí misma. No se reduce a meros gestos o pinceladas descontroladas, es precisamente el minucioso proceso de creación y la experiencia pictórica a través de la cual han sido elaborados, lo que hace secundaria su condición de producto estético.
Blannim (Salamanca 1991)
Contemplar su obra es adentrarse en un mar en calma, de belleza y armonía. El lienzo es en ella un alambique en el que se destilan el color y la materia, en el que sucede una magia tan plausible entre las ideas y la mano, de tanta pureza y perfección, que parece alquímica.
Las obras de Blannim sugieren luz cuando en realidad son veladuras formadas a partir del encuentro de telas y pintura; remiten a una idea de inmaterialidad, de esencialidad, estimulan la interiorización desde lo contemplativo.
El color, la composición, el hilado, claves de identidad de la artista, convergen en una técnica compleja que explora la imagen del misterio de la existencia. El cruce del tiempo y el espacio, donde los mundos reales o soñados, ordenados o caóticos, se entretejen, haciendo de cada obra un tapiz de la vida y del recuerdo.
Carlota (Santiago de Compostela 1989)
Su lenguaje personal se expande más allá de la obra pictórica, abarcando también el mundo del diseño, y desarrollando en esta faceta todo tipo de productos u objetos.
Sus obras sobre lienzo o papel nacen de un libre discurrir de líneas sin temáticas premeditadas o ideas preconcebidas, las cuales despiertan en la artista asociaciones con formas humanas, animales o vegetales, y plasman en muchas ocasiones experiencias vitales o escenas cotidianas, siendo éstos sus principales fuentes de inspiración.
Ello, unido a un ritmo de trabajo frenético y a una extraordinaria capacidad inventiva, determina una notoria habilidad para dar forma a lo inesperado, para aprovecharlo a su antojo, en un modo de proceder que ya Dubuffet calificara como la manera natural del pintor de afrontar su tarea.